LA GALANGA
Se llama también jengibre azul o jengibre siamés. Se trata de una raíz muy parecida a su primo el jengibre, sin embargo el sabor es completamente diferente, más herbáceo y cítrico. Está muy presente en todas las cocinas asiáticas: Malasia, Camboya, Vietnam, China, Japón, … que son países donde suele ser cultivada y que ayuda a aromatizar todo tipo de platos ya que su aroma es muy especial y tiene ese punto picante tan característico del jengibre que le da el toque final a los platos más especiales.
En Europa también está bastante extendido como raíz con usos culinarios. De hecho, se introdujo en el viejo continente por los griegos y los árabes, los cuales lo utilizaban para saborizar vinagres y bebidas alcohólicas. Todavía a día de hoy es bastante popular en los países del Báltico y Holanda
Hay cuatro tipos de galanga o galangal: la “galanga Alpina” o “galanga mayor” ; “Alpina officinarum” o galanga menor; “kaempferia galanga” conocida como galangal de cultivo o jengibre de tierra y “Boesenbergia pandurata” denominada jengibre chino o dedos de raíz. La más apreciada y cultivada en todo el sudeste asiático es la galanga mayor.
Su aspecto es similar el del jengibre, pero con tonos más rojizos, igualmente aromático pero con matices resinosos, con sabor a pino, eucalipto, clavo pero con menos cítrico, por lo que es habitual combinarlo con lemon grass o hierba limón. En ocasiones se utilizan también las hojas y las semillas de la galanga para cocinar, dicen de las semillas que podrían sustituir al cardamomo.